Mi incomodidad, más que cual sucio en el diente, es el trato despectivo, irrespetuoso, denigrante, segregativo, que se esta dando a los que estamos en retirada porque así lo esta pidiendo la ley? el gobierno? los jóvenes? o los viejos sabios extranjeros? resiento este sentir por pensar en el adiós de amigos y compañeros que se jubilan o los jubilan, por los que sentimos el jovencentrismo hoy traído a todo nivel.
Un distinguido intelectual, como muchos, un entrañable amigo con quien podía conversar con la atención, curiosidad y misterio propio de su vivir; tiene que partir sin poder siquiera aprovechar su sapiencia y creatividad, se va hacia el silencio intelectual porque así lo decretaron y porque así nos creemos que debe ser.
APROVECHEN nos decían porque así tendrán una herencia digna para sus deudos, aprovechen porque luego de diez años esos papeles podrán generar el rédito adecuado a su momento, simplemente decidance y vayance, como sea pero se van, porque los sabios viejos del extranjero desean tomar su lugar en reconocimiento, trato digno, oportunidad de investigación, oportunidad de intercambio, oportunidad de seguir siendo equipo con el único fin, el del bien estar común y del bien estar ambiental de nuestra gran casa, el mundo entero.
Por qué no creamos espacios menos distantes donde podamos intercambiar experiencia y energía, sabiduría y osadía, vida y trascendencia donde el hogar que se traslado al mundo lo retomemos y lo vivamos con la sabiduría que se desarrolla por la experiencia, la iluminación y la reflexión para discernir la verdad y el buen juicio.
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